Al crecer te escuchaba cuando me hablabas con mis pensamientos, cuando me susurrabas en la consciencia, cuando irradiabas tu beso en mi íntimo sentir.
No importaba si tu respondías con silencio o con inspiración, el punto es que cada palabra, obra y omisión la sentía recibida; y por tanto cada palabra, obra y omisión era siempre ofrecida a ti, mi eterno acompañante, mi aliado en todo, el dios de todos mis rezos, la musa de todas mis inspiraciones, y el alero de todas mis iniquidades.
hermosa!
🙂
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Thank you!!!